miércoles, 4 de marzo de 2009

Cuaresma; cuarenta días para la Pascua

A partir del miércoles pasado, comenzamos la Cuaresma.
Quisimos usar este espacio para, no solo dar el significado de la misma, sino también ofrecer herramientas para poder vivir profundamente este tiempo litúrgico.
La Cuaresma es tiempo de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir mas cerca de Cristo.

La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número cuarenta en la Biblia. En ésta, se habla de los cuarenta días del diluvio, de los cuarenta años de la marcha del pueblo judío por el desierto, de los cuarenta días de Moisés y de Elías en la montaña, de los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública, de los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto.

Como bien dijimos, este es un tiempo de conversion; y para esto la Iglesia nos ofrece tres medios concretos: Oración , ayuno y caridad
Oración: en este tiempo es muy importante la oración en nuestra vida de Fe.
¿Cómo llego a una conversión sino hablo con con mi Padre celestial?. Es por eso que debemos proponernos una oración diaria; pero no esa oración de memoria que ya no tiene sentido en nuestras vidas y la repetimos sin ni siquiera prestar atención en lo que decimos; sino que nuestra oración debe ser más profunda; debe establecerce una relación de diálogo entre yo y Dios. Una oración profunda y sincera, que puede lograrce asistiendo a misa, leyendo el evangelio cotidiano, o simplemente dedicando tiempo de mi día exclusivamente a la oración.

Ayuno: No es solo no comer carne el miercoles de ceniza y el viernes santo; sino lo que se nos propone es un ayuno de corazon. Entrar en nosotros y ver esas cosas que no nos hacen libres, que nos cuesta y nos somete.
El ayuno no es solo evitar esas comidas que tanto nos gustan, sino tambien ayunar del maltrato a los demas, de las malas contestaciones... y cambiarlos por buenas actitudes hacia el prójimo y hacia nosotros mismos.

Caridad: Se refiere a realizar una obra de caridad con el necesitado. Pero a no confundirce; el necesitado no solo es la persona que vemos en la calle pidiendo monedas, o un nene pidiendo comida; el necesitado puede ser la persona mas cerca a mi; mi hermano, mi padre, mi madre o un simple amigo.
En este tiempo se nos propone estar al servicio de los démas; pero no solo escuchando, acompañando, sino también ofreciendo nuestros rencores, nuestros dolores y convertirnos en una mejor persona.

Como Jesús pasó 40 días por el desierto preparandose para su muerte y resurrección; nosotros debemos preparanos durante estos cuarenta días para morir y resusitar en una mejor vida; llena del amor de Cristo.

Les proponemos comenzar a caminar por el desierto... ¿Te animas?

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