martes, 17 de agosto de 2010

PRE- MISIÓN 2010
VILLA LÍA

Desde el miércoles 28 de julio al domingo 1º de agosto se llevó a cabo la misión evangelizadora realizada por los grupos de juveniles y jóvenes mayores de la Catedral Santa Florentina.
Impulsados por el Espíritu Santo y bajo el lema “Ámense como Yo los he amado”, partimos alrededor de 45 jóvenes, acompañados por el padre Agustín Villa, al pueblo de Villa Lía, perteneciente al partido de San Antonio de Areco. Estuvimos “parando” en las instalaciones de la Escuela Nº13 de dicha localidad.

Por las mañanas misionamos casa por casa, visitando a las familias que viven en el lugar, haciendo un reconocimiento de la zona, nueva para muchos de nosotros; compartiendo la alegría que sentimos por el hecho de ser cristianos y vivir en el amor de Cristo.
Durante las tarde teníamos actividades con niños y jóvenes. En cuanto a los niños, alrededor de 50 se acercaron todas las tardes para compartir juegos y conocer un poco más sobre la vida de la Iglesia. Para nosotros fue una gran alegría poder ver como estos nenes a medida que pasaban los días aprendían a hacer la señal de la Cruz , rezar el Padre Nuestro; el Ave María; y como se acercaban cada día un poquito más a Dios, uniéndose entre ellos superando divisiones y diferencias. Para ellos fueron unas vacaciones diferentes como también lo fueron para nosotros.

Con respecto a los jóvenes; durante los primeros días visitó las casas de algunos de ellos que están realizando la catequesis de confirmación en la Capilla; donde se pudo compartir un poco la experiencia y la alegría que significa ser joven y seguir a Cristo. Los demás días se llevaron a cabo distintos encuentros con ellos en el salón de Cáritas adjunto a la Capilla San José; donde se compartieron juegos, canciones y testimonios de vida.
El día sábado realizamos un encuentro con la comunidad: se compartieron charlas, merienda y las vivencias de cada uno, luego de la Santa Misa.
Además de estas actividades propiamente misioneras, el jueves realizamos un retiro espiritual (el primero para muchos), donde el tema central fue la necesidad de la oración para la vida cristiana. Fue toda una mañana de silencio donde, a través de material y reflexiones que el Padre Agustín nos daba, cada uno pudo, en el silencio personal, encontrarse con Dios en lo más íntimo. Ésto nos ayudó mucho, no solo como grupo y para la misión, ya que para que dé frutos uno debe estar en íntima relación con Dios para poder ser instrumento suyo, sino para nuestra vida cotidiana.
Por la tarde hubo tiempo también para charlas formativas acerca de San José; Patrono de la Iglesia y a quien dedicada la Capilla de Villa Lía. Conocimos más acerca de la vida de este gran Santo y reflexionamos acerca de su ejemplo de silencio, humildad y castidad.
Aprovechamos también para conocer un poco más acerca de la historia de nuestro país, de la ciudad de San Antonio de Areco y de Villa Lía, haciendo un recorrido por el Museo de antigüedades y una charla de sus dueños. Así conociendo mejor la realidad que llegábamos a evangelizar, pudimos hacer más “inculturizado” nuestro encuentro con la comunidad.
La fuerza principal durante estos días de misión fue la Adoración Eucarística diaria y la Santa Misa, en la que nos uníamos con el Jesucristo vivo y también con todos los que, en la distancia, estaban rezando por nosotros.
En el día jueves ofrecimos la Misa por todos los enfermos de Villa Lía. El día viernes, la ofrecimos por todos los difuntos. El sábado tuvimos la alegría de realzar, durante la Misa, un el bautismo de Iván, un niño que junto a su familia experimentó la cercanía de Dios y de la Iglesia.
Agradecemos a todo el pueblo de Villa Lía, que con un cálida bienvenida nos recibieron en sus hogares y nos ayudaron a realizar esta misión y con una alegre despedida entre cirenas de bomberos nos saludaron esperando, ellos y nosotros, la próxima misión, Dios mediante, durante en verano.
Así mismo agradecemos a toda la comunidad de Campana que con su oración y ayuda nos apoyó en esta misión.
Realmente fueron 5 días en los que vivimos muy cerca del amor de Dios y de los hermanos; y donde dimos todo para ser verdaderos instrumentos de Jesús y su Iglesia para poder así construir su Reino, experimentando que “hay más alegría en dar que en recibir”.
Quiera Dios que esta experiencia nos ayude a todos, misioneros y misionados, a ser verdaderos discípulos de Jesús en nuestra vida cotidiana.
Grupo de Jóvenes y Adolescentes Catedral Santa Florentina

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