lunes, 17 de enero de 2011

Misión jóven en Villa Lía

Misión Joven 2011 - Catedral Santa Florentina
Villa Lía - San Antonio de Areco.

Los grupos de adolescentes y jóvenes mayores de la Parroquia Catedral Santa Florentina llevaron a cabo una Misión evangelizadora en Villa Lía, San Antonio de Areco, desde el lunes 3 de enero hasta el domingo 9 de enero. El lema fue “Ámense como Yo los he amado”. Durante estos días unos cincuenta jóvenes, acompañados por el Padre Agustín Villa, realizaron distintas actividades. Se alojaron en las instalaciones de la Escuela N° 13 y en los salones pertenecientes a la Capilla San José.
Ya en el mes de Agosto de 2010 se había realizado una pre-misión de 4 días en este pueblo, donde se visitaron las casas y se realizaron actividades con niños y jóvenes.
Al iniciar cada día, luego de la oración inicial y el desayuno, se realizaba una Adoración Eucarística para pedirle al Señor ser dóciles instrumentos en sus manos. Era un momento fundamental de la misión, pues era la ocasión para estar cerca del Señor Jesucristo para llevarlo a los demás.
Por la mañana, se visitaron las casas llevando el mensaje de Jesús a través de diálogos y oraciones que se realizaban con las familias. Se informaba sobre las actividades en la Capilla, la posibilidad de recibir los sacramentos y demás.
Por la tarde, un grupo de misioneros se encargaban de trabajar con niños; que día tras día se sumaban más y más para compartir catequesis a través de juegos. Realizaron un pesebre viviente, con la llegada de los “reyes magos”, que regalaron juguetes a los niños; y una obra de teatro de payasos. Otro grupo era destinado al trabajo con los jóvenes del pueblo con quienes compartían charlas, meriendas, fútbol y otros deportes, visitas a casas de otros jóvenes y así se iba transmitiendo la fe.
Luego de estas actividades, se rezaba el Santo Rosario caminando por las calles, al cual diariamente se sumaban más vecinos de la comunidad, después se celebraba la Santa Misa por distintas intenciones.
En esta oportunidad, los jóvenes visitaron también el Hogar de Ancianos de la Unidad Sanitaria donde viven alrededor de veinte abuelos. Compartieron un grato momento, tanto para los abuelos como para los jóvenes, con canciones, risas, charlas, historias y oraciones.
Se misionó además la zona rural, donde guiados por miembros de la comunidad de la Capilla y acompañados por el sacerdote se bendijeron casas y se compartió un lindo momento llevando la palabra de Dios a quienes hacia mucho no recibían visitas de este tipo.
En el trascurso de estos días el grupo misionero tuvo un retiro de silencio predicado por el Padre Agustín. Fue medio día, en el que se buscó tener un encuentro personal con el Señor, reflexionando sobre el llamado de Jesús a “estar con Él y enviarlos a predicar” (cfr. Mc. 3, 14) haciendo hincapié sobre el ser y comportarte como hijos de Dios. Fue una grata experiencia ver como los jóvenes son capaces de hacer silencio para adentrarse en sí mismos y en el diálogo con Dios.
El día sábado se realizó la Misa por la comunidad para concluír la misión. Durante la misma estuvieron confesando Monseñor Marcelo Monteagudo, Delegado episcopal para las misiones, y el Padre Santiago Whelan, párroco de la Pquia. San Antonio de Padua de San Antonio de Areco. Al finalizar, Mons. Marcelo, el padre Santiago y el padre Agustín bendijeron y entregaron las cruces a un grupo de niños de la Infancia misionera que se está formando. Fue una gran alegría para los misioneros poder compartir este momento pues, tal como los mismos niños misioneros y quienes los guían lo manifestaron, sintieron un gran impulso de armar este grupo a partir de la misión realizada en agosto pasado.
Además cinco niños, visitados esa semana, recibieron el Bautismo y un joven, que estuvo siempre presente, hizo su Primera Comunión, pues venía preparándose.
Para dar cierre a la misión de verano, en la noche del sábado se llevó a cabo un festival preparado por los mismos jóvenes, con gran participación de la comunidad: niños, familias y jóvenes. Hubo cantos populares, bailes folclóricos y también un dúo de hermanos (los hermanos Rosales, habitantes de Villa Lía) tocaron una chacarera y un carnavalito. Recibimos la visita de varios padres y familiares de los misioneros que se acercaron a compartir este momento junto a sus hijos, viendo ellos mismos su alegría y entusiasmo. Luego todos cenamos en el predio anexo de la Capilla.
Quiera Dios que esta misión nos ayude a todos, misioneros y misionados, a ser verdaderos discípulos de Jesús y a amarnos mutuamente como Él nos amó.


















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